Las acciones y actividades diarias reiteradas definen y dan categoría al hombre, éstas son las que confluyen hacia satisfacer las necesidades básicas, trabajar, comer, familia, vestir; las fronteras se van cerrando, donde solo queda un metro cuadrado para dar vueltas y vueltas, caminar siempre por los mismos lados, ver siempre las mismas cosas, escuchar y sentir en forma sincronizada.
Es lo que ha postulado el sociólogo Manuel Canales Cerón de un mundo-sabido, donde el sujeto observa y se observa en un medio donde todo ocurre según lo previsto; mundo de la obviedad. "Mientras todo ocurra como está previsto no hay nada que mirar en el sentido fuerte del término -mirada que interroga, que pregunta, que busca saber-."
El proceso de mi trabajo se ha caracterizado en utilizar un imaginario proveniente de los libros de anatomía, viendo al sujeto como un ser orgánico y vulnerable por una mentalidad hipocondriaca; siempre con la presencia de la gráfica y la reiteración como rutina de lo sabido y lo obvio.
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